NAMIBIA: AFRICANO DESIERTO DE COLORES

Namibia es un gran desierto. Namibia es un viaje en lo salvaje que te lleva a algunos de los lugares más recónditos e inhóspitos del mundo. Namibia se pierde en el horizonte. Namibia te sorprende con algunos de los parajes más curiosos que hayas visto y te enseña que el desierto está lleno de colores y de vida. Mucha más cantidad de flora y fauna de lo que puedas imaginar vive en este gran desierto, sobreviviendo con apenas agua. Los animales salvajes se cruzarán en tu camino, escucharás decenas de cantos nuevos de pájaros, descubrirás la belleza de la tierra y de las rocas y, sobre todo, vivirás la calma y la libertad de estar en medio de la nada, en medio de lo salvaje. En Namibia el sol te acompañará todos los días y por las noches siempre te arrullarán las estrellas.

The Bridge en Spitzkoppe

Verano 2021: segundo verano de pandemia global, con un coronavirus que no remite. Un año atrás, en plena pandemia 2020, nos habíamos lanzado a planificar, por fin, nuestro primer viaje al África negra: Namibia. Pero las circunstancias nos obligaron a cancelar. En invierno de 2021, pensando que gracias a las vacunas en verano estaría todo más normal, nos lanzamos a retomar todo aquello que un año antes habíamos tenido que cancelar. No obstante, llegado el momento, la cosa no estaba tampoco muy bien. En España, inmersos en la quinta ola: variante delta, adolescentes de fiesta en Salou y en Mallorca creando macro contagios… Pero esta vez, si no nos lo impedían un cierre de fronteras o una PCR positiva justo antes de salir, no estábamos dispuestos a renunciar al viaje por segunda vez. Así pues, con la intriga hasta el último momento, decidimos embarcarnos en este hermoso viaje al sur de África en su lado más salvaje.

Hay que tener en cuenta, por lo tanto, las circunstancias en las que realizamos este viaje. Por un lado, aunque nuestro viaje se desarrolla entre finales de julio y principios de agosto, que es invierno en Namibia y temporada alta para el turismo, no hay muchos turistas, encontrándonos con aviones a medio llenar y campings medio vacíos. Con lo cual, lo cierto es que se disfruta todo más.

El lado negativo es que todos los bares y restaurantes están cerrados excepto si pides algo para llevar y excepto los bares de los campings. Además hay toque de queda y, por supuesto, el virus anda por ahí suelto. Si bien es cierto que uno no puede andar controlando que todo el mundo use bien su mascarilla, en Namibia te cruzas tan poco con la gente que siempre puedes mantener tu distancia de seguridad.

Nuestro plan de viaje implica alquilar un 4×4 con tienda de campaña de las que se montan en el techo e ir haciendo noche en campings. Si quieres viajar por Namibia y tu presupuesto es, digamos, normal, es la mejor opción. Normalmente aquí las dos opciones son o camping o lodge (habitaciones como de bungalow o de hotel), y entre ambas opciones hay bastante diferencia de precio. Sea como sea, tu viaje por Namibia implicará alquilar un coche, ya que no hay otra forma de moverse por aquí, y por supuesto que sea un 4×4, pues las “carreteras” son en su mayoría caminos de grava en mejores o peores condiciones.

Para el viaje, como otras veces que hemos viajado lejos, hemos contratado un seguro con IATI, que siempre que hemos tenido cualquier percance ha funcionado genial. Si te interesa y quieres coger el seguro con ellos, si entras desde la siguiente imagen, tendrás un 5% de descuento.

Por cierto, aunque aquí el invierno es muy suave, siempre con sol y unos 20 o 30 grados de día dependiendo de la zona, de noche, según dónde estés, pueden bajar mucho las temperaturas (incluso a 1 o 5 grados…). Así que conviene venirse bien abrigado porque a eso de las 18:30 se hace de noche y aún quedan muchas horas al fresco si estás de camping. Por ejemplo, en Etosha, se echaba mucho de menos una bolsita de agua caliente para los pies por las noches dentro del saco. Si eres friolero, puede que lo pases un poco mal para dormir, así que ven bien preparado. Aunque es cierto que en otras zonas, como en Twyfelfontein, las temperaturas de noche son muy agradables y de día hace calor de verano. Resumiendo: si viajas a Namibia en julio o agosto, hazte una maleta polivalente invierno-verano. 

Nuestro viaje de España a Namibia duró unas 30 horas, así que llegamos a Windhoek (la capital) agotados y un mediodía. Por lo tanto, decidimos que lo más sabio era quedarnos a hacer noche en la capital y emprender rumbo a nuestro primer destino turístico al día siguiente. Así pues, hicimos noche en el Urban Camp (camping que nos encantó) y dedicamos la tarde a recoger el coche que habíamos alquilado y a hacer la compra en el supermercado. En realidad, a las 20:30 ya estábamos echándonos a dormir…

La compañía con la que alquilamos el coche se llama African Sun. Vino un conductor a recogernos al aeropuerto y nos llevó al lugar donde coger el coche (en Windhoek). Por cierto, el aeropuerto es buen lugar para cambiar dinero (nosotros lo hicimos a 17,1 dolares namibios por euro) y comprarse una tarjeta SIM para tener algo de datos, ya que luego por ahí seguramente estés en medio de la nada la mayor parte del tiempo y en algunos campings el wifi es de pago. 

Para el teléfono e Internet, nos cogimos una tarjeta de la compañía MTC en el mismo aeropuerto, con 600 minutos y 7 GB (fuera de mensajería instantánea y redes sociales) por unos 4 euros semanales.

Los del coche nos explicaron muuuuchas cosas sobre el coche (¡ah! No olvides que aquí se conduce por la izquierda) y entre ellas cómo cambiar una rueda, qué presión ponerle a los neumáticos según el tipo de camino por el que vayas, etc. El coche estaba muy nuevo y venía totalmente equipado: tienda en el techo con colchón, sacos y almohadas, camping gas, menaje de cocina, nevera, hinchador para la presión de las ruedas, dos ruedas de recambio, gato, pala, etc. En fin, todo lo que necesitas.

Cuando viajas por este país hay varias cosas que debes tener en cuenta y la primera es vigilar tu gasolina. Nuestro coche tenía dos depósitos y los coches que no los tienen suelen darte una garrafa de gasolina para que vayas siempre bien surtido. Nunca apures, ya que las gasolineras no abundan y puedes verte en un aprieto. Por ejemplo, cuando nosotros estábamos en Ai-Ais, muy al sur, allí por donde acaba Namibia, la gasolinera no funcionaba y la más próxima estaba a 90 kms. Una pareja de franceses nos pidió gasolina porque les quedaba muy poca y habían confiado en poder repostar ahí.

En principio, por lo que no hay que preocuparse mucho es por como orientarte allí, ahora ya con los mapas descargados de google, de maps.me no tendrás ningun problema, ya que, aunque, sin conexión, funciona muy bien y no tendrás mayores problemas, eso sí, hay que tener en cuenta que los tiempos que marcan no son muy reales en cuanto abandonas las carreteras «B», que son las asfaltadas. Aunque sean más cortas o menos kilometros, tienes que intentar evitar las «E» y las «F»

Mapa de carreteras de Namibia

Otra cosa a tener en cuenta es llevar siempre agua suficiente contigo. No olvides que estás en un desierto y el agua escasea. Por último, llevar frontal y/o linterna será necesario para moverte por la noche.

Una vez preparados para la aventura y descansados del viaje desde España, al día siguiente partimos hacia nuestro primer destino: el parque natural de Etosha.

En las siguientes entradas puedes leer con más detalle qué hicimos en cada uno de los lugares que visitamos en Namibia. Nuestro viaje, sin contar con los días invertidos en volar desde y hacia España, tuvo una duración de 19 días. Aunque nos habría gustado, no tuvimos tiempo de conocer el norte del país, donde lo más famoso son las cataratas de Epupa. Y tampoco pudimos llegar hasta Botswana por la franja de Caprivi, para ver las cataratas Victoria y el delta del Okavango. Son lugares que nos habría gustado visitar si hubiéramos tenido más tiempo y si no hubiéramos hecho este viaje en tiempos del Covid-19, porque no queríamos sumar más fronteras que pudieran dificultarnos el tránsito. Si tus circunstancias son más favorables, seguro que es interesante añadir estos lugares a tu plan de ruta.

Nuestro viaje comenzó en Windhoek, desde donde fuimos a Etosha para hacer nuestra primera parada de 3 días. Tras ello, dedicamos un día y medio a la zona de Twyfelfontein, que fue nuestro paso hacia la Skeleton Coast, por donde condujimos un día. Terminamos la jornada en Swakopmund, donde pasamos un día, pero volvimos más adelante para dedicarle un día más. Desde Swakopmund nos adentramos de nuevo en la sabana africana para pasar día y medio en  Spitzkoppe. De allí asomamos de nuevo a la costa para pasar 3 noches en Walvis Bay, aunque ese fue el momento en que volvimos a pasar un día en Swakopmund. Tras esto dejamos definitivamente la costa para adentrarnos en el desierto de Sesriem, donde también hicimos 3 noches. Desde aquí, fuimos a nuestro destino más lejano, el Fish River Canyon, donde estuvimos un par de días. Y ya, por último, dedicamos una jornada completa de viaje a volver a Windhoek, donde pasamos un día y medio antes de volver a España.

A continuación os dejamos un mapa de los 4232 kilometros recorridos con las etapas que hicimos.

Recorrido que hicimos por Namibia

Etapa 1: Windhoeck (Urban Camp) – PN de Etosha (Namutoni – Okaukuejo)

Etapa 2: Etosha – Twyfelfontein (Madisa Camp)

Etapa 3: Twifelfontein – Springbokwaser

Etapa 4: Skeleton Coast (Springbokwaser – Swakopmund)

Etapa 5: Swakopmund – Spitzkoppe

Etapa 6: Spitzkoppe – Walvis Bay

Etapa 7: Walvis Bay – Sesriem

Etapa 8: Sesriem

Etapa 9: Fish River Canyon (Hobas – Ais- Ais)

Etapa 10: Fish River Canyon – Windhoeck

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